jueves, 29 de julio de 2010

Manifiesto para una meditación amerindia

1. Sintetizando lo estudiado en Amerindia, fundamentalmente coexistieron dos lenguajes paralelos y simultáneos en la obra plástica: el signal-ideográfico que presenta lo ideológico y el estético-plástico que expresa lo místico-poético.
El primero, fue configurado con diseños morfológicos de figuraciones o abstracciones simbólicas. El segundo, con la aplicación de dichos diseños en siete Géneros Plásticos.
Lo signal-ideográfico presenta lo mítico-religioso, cósmico, cosmogónico y
astronómico-matemático.
Lo estético muestra diseños en pro de una configuración morfológica armónica en sus proporciones y evidente en su decir.
Lo plástico, expresa dicho diseño por medio de un Género Plástico y su tratamiento de la materia, develando lo ontológico autoral. Frente a tal realidad histórica-místico-poética, ocurrida en las tradiciones de las culturas, hacia 1500 a.C. - 1532 d.C., se puede demostrar lo siguiente:

Pensamientos creativos
· Domesticación de plantas y animales.
· Agricultura intensiva.
· Sistemas hidráulicos y agrícolas.
· Artefactos utilitarios.
· Obra configurada. Simbolismo. Cosmovisión.
· Obra de culto plástica, artesanal y artística.
· Urbanismos integrales, religioso y civil.
· Astronomía y matemáticas.
· Metalurgia y orfebrería por regiones.
· Cuatro lenguas escritas y sistemas contables.
· Medicina empírica.

Pensamientos místico-cósmicos
· Ideología animista mítico-religiosa.
· Cultos funerarios.
· Expresión místico-poética.
· Integración con lo cósmico.
· Ideologías con diversos poderes deificados.
· Expresiones humanistas.
· Variaciones cosmogónicas.
Se demuestra que la inteligencia y la sabiduría tradicional eran distintas a las de hoy pero socialmente superiores.

Pensamientos estéticos-plásticos
· El hecho plástico determina la teoría.
· El diseño estableció lo estético y la facticidad lo artístico.
· El diseño nombraba el ente. La palabra fue mágica: establecía causalidad y contenido del ente. Ese fue el fundamento de la iconofilia.
· Salvo en las culturas paracas, nasca, huari, chancay, y algunos murales mayas o teotihuacanos, no hubo problemática pictórica en Amerindia. Todo el resto es gráfico, es dibujo: monocromo, bicromo o coloreado, inciso y/o texturado.
· Las cerámicas mayas y los códices fueron coloreados. El sentido de la aplicación del color no está referido a lo pictórico expresivo sino a un tono local y/o simbólico.
· Los dibujos mayas y mochicas se "escuchan": el "sonido" es una de sus cualidades expresivas.
· Muchos tipos de vasijas se hicieron en serie como soporte de imágenes mítico-religiosas. Tales imágenes son únicas y presentan dioses, por lo tanto son lo trascendente. Llamarlas decoración es falaz e insultante.
2. Pensamientos, expresión y voluntad de ser son las conclusiones que emanan de la colosal obra amerindia. Una vasta y profunda creatividad queda develada a poco de introducirnos en aquella realidad. Las múltiples manifestaciones descubiertas ponen de manifiesto que no se las puede analizar sólo desde un ángulo científico, histórico y antropológico. A poco de recorrer los hechos con estas pautas, nos percatamos de su parcialidad. Paulatinamente van surgiendo, con imperecedera presencia, valores ontológicos inmanentes al trabajo de aquellos pueblos: misticismo y poesía plasmada en una obra de culto configurada sobre fundamentos cósmicos. Y también nos percatamos, que lo cerradamente histórico no responde satisfactoriamente a las preguntas sobre lo metafísico o lo estético-plástico, y sobre las ínsitas propiedades de la enorme civilización precolombina.
En la bibliografía estándar precolombina se comprueba que, en general, nunca se cuestiona si se está viendo bien. Nadie duda. Se mira y mira pero se deja de ver mucho, porque es una bibliografía en general soberbia y sin humildad.
La bibliografía estándar precolombina muestra un pensar científico, un universo únicamente físico y parcial. Aún no se concibe estudiar los dos caminos paralelos e integrados inmanentes en la obra: lo metafísico y simbólico. Por lo tanto, no se percibe donde y como se expresa lo simbólico: el ámbito ideológico-estético-plástico.
3. Dibujar un animal atravesado con una flecha era quizás propiciar su caza o matarlo mágicamente, o sea, por realizar el acto de nombrar al animal dibujándolo, ¡ya estaba muerto!
4. Crear formas organizadas es función de una estética. El arte es armonía. En tal sentido parte de la obra de culto amerindia, es arte ya que se puede demostrar que un contenido
místico-poético ha sido compuesto armónicamente.
5. La obra plástica amerindia fue volitiva y necesaria como iconografía sagrada mítico-religiosa, signal, ideográfica y estética, que configura siempre un nuevo ente cósmico conjurado. También, fue profana como documento político y social. Era una neonata criatura que daba sentido esperanzado a la cotidiana realidad, plena de continuados incidentes aterradores.
6. Los campos de pelota como las plazas hundidas fueron símbolos de entradas al Inframundo. Lo contrario: una pirámide tuvo el sentido de una montaña, de lo terrestre y denota la voluntad de ascensión hacia lo celestial. Toda arquitectura mítico-religiosa templaria se refirió a lo
cósmico, terrestre y/o celestial.
7. La razón de los ensambles morfológicos son el deseo de la reiterada mostración de la deidad para un mayor beneficio humano. La imagen es un presente continuo y absoluto.
8. Hablar de la decoración de las cavernas es ilógico. Esa no fue la razón de los iconos generalmente dibujados. Presentar imágenes rupestres de caza o deidades fue elegir un soporte, pues eso es lo que han sido todas las superficies parietales: soportes. Lo trascendente son el ámbito de las grutas y sus imágenes, no los muros. Las cavernas eran templos. La mística del hombre consagró a la caverna con iconos sagrados, por lo tanto los muros son soporte de imágenes sagradas. La plasmación mística es explícita, entonces, ¿por qué se insiste con el concepto decoración, o sea de algo en función de, cuando tales imágenes son trascendentes por sí mismas y consagraban el ámbito?
9. Los estilos morfológicos son universales porque son insitos del Ser humano, de lo ontológico.
10. La obra plástica siempre fue una, artesanal o artística, lo enésimo son las morfologías y las expresiones.
11. El urbanismo mítico-religioso fue un símbolo cósmico construido, un nuevo cosmos configurado e insertado en el percibido.
12. El hecho de plasmar una deidad establecía sus poderes, por ende esa corporeidad era la presentación de tales poderes.
13. El sentido fundamental de los diseños visuales amerindios consiste en ser símbolo cósmico y en la hondura lograda en trasmutar idea en forma.
El diseño-símbolo expresaba la esencia del dogma, prístina entidad constitutiva de la existencia de los pueblos.
Cosmos-dogma-símbolo fue una tríada ideológica configurada del pensar mítico, del hacer volitivo y del estar temporal de las culturas. Fue su estructura ético-estética.
14. Comprobamos que gran parte de lo desenterrado es artesanal o artístico, por lo tanto una vez ubicado en su cultura y temporalidad, corresponde el análisis filosófico intuitivo, morfológico compositivo y estético interpretativo. De esa manera se logrará el inicio de una aprehensión totalizadora del fenómeno expresivo que supere la atrocidad intelectual y orfandad en que se encuentra actualmente dicho análisis. (Da la sensación de un enfermo sin médico o una selva sin botánico.)
15. Es indudable que en el aspecto de la ética investigativa abierta, desprejuiciada y objetiva, ninguno de los involucrados es inocente. La situación actual analítica posee enormes falacias que, en nombre de la memoria de ese pasado ilustre, se deben enmendar.
Los científicos parecieran no desear la colaboración de estetas e historiadores del arte. Se podría sospechar que actúan así para no perder su hegemonía sobre el discurso precolombino y sus intereses creados, académicos y económicos. Tampoco les preocupa la parcialidad de los discursos, desinformados de los problemas del arte y su caótica redacción. La soberbia de algunos americanistas lo único que ha logrado es el atraso investigativo y la negación de valores que el arte precolombino posee y que casi ninguno de los investigadores quisiera desarrollar. Así, continuamos sin presencia ética, como en tantas otras nefastas realidades humanas
.

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