viernes, 1 de octubre de 2010

Manifiesto por la arquitectura inca

La expresión plástica más relevante del hacer inca fue la arquitectura. Transmutaron en diseños morfoespaciales, severas convicciones dogmáticas y prácticas. Su arquitectura es la constancia, cuantitativa y cualitativa, de un pensamiento colosal: místico-poético y estético-plástico; lo físico de la obra fue el afán constructivo en una inmensa fábrica de su acaecer existencial. Semejante realización contó con sapiente dirección y calificada mano de obra.

El diseño sobre tipos de urbanismos, de obras y constructivos desarrollado por los incas, se inició de manera coherente con la asunción al trono, en 1438, de Pachacuti su noveno rey, quién comenzó con pautas propias la remodelación del Cusco, capital del futuro imperio.
Quedó evidenciado desde un principio la veneración que este pueblo tuvo por la piedra, esa piedra concebida como esencia genuina de los Andes, hermanada al sol y al agua, como la triada mística quechua transmisora del Poder cósmico y su eternal existencia.

En el incario no se tallaron figuraciones de dioses ni retratos documentales: su ideal apuntó más allá de lo humano, de lo meramente cotidiano; su objetivo fue la volición de lo eternal. Son obras conceptuales, de poderosas estructuras concretas, ajenas a toda figuración. Extrajeron de la roca la suprema petricidad, cualidad expresiva desocultada por sus artistas.
Su arquitectura es obra plástica funcional, un contundente Monumentalismo ensamblado al paisaje; es hábitat escultórico, es la expansión de su expresión aún inmanente en los Andes. Aunaron diseño y paisaje para una vivencia fraterna con la montaña.

Con gnosticismo constante, motor de su voluntad empeñada en el dominio de un vasto imperio, aquellos hombres lograron hacer suya la montaña. Instalaron su creación sobre la volumetría de los Andes y la magnificencia del paisaje. Tal concreción se demuestra en descomunal escala, con la transformación que significaron las numerosas terrazas de cultivo, los caminos, los túneles y la ingeniería hidráulica. Configuraron su hacer con la sagrada piedra, inherente a su Ser étnico y expresión de él.

La vasta otredad edilicia que el incario realizó fue producto de una dialéctica integradora que estableció un permanente equilibrio entre la materia lítica, la obra y su espacialidad.
Ambulando los urbanismos se aprehende la compulsión constructiva habida, la persistencia por marcar sitios e integrarse con la Madre Naturaleza; se comprende la obsesión egocéntrica que todavía resta inmanente, cual fantasmal alter ego, en el paisaje por ellos diseñado.
Fue una planificación pragmática con cabal criterio económico, austera de medios y síntesis ejecutiva, determinaron su acelerado accionar constructivo. Tal accionar denota una gran percepción del terreno, o sea la concepción del paisaje como sagrada ánima, y a la cual los urbanismos deben integrarse. Se observa en sus implantaciones un concienzudo análisis de las posibilidades del terreno para poder aplicar un funcional diseño utilitario pero, también denuncia el respeto ecológico y la estética arquitectónico-escultórica desarrollada en cada ocasión, para una participación consustanciada con la naturaleza.

La primera gran manifestación de su voluntad política como solución socio-económica fue el despliegue de las terrazas de cultivo, mostrando ya su visión arquitectónico-escultórica. Con esquemas formales anteriores, propios de la cultura huari, como la adaptación edilicia a los
escarpados terrenos andinos, y continuando la vocación lítica tiwanakota, los arquitectos incas levantaron viviendas con un sistema murario de pirca y numerosos tipos de bloques tallados.
Establecieron diseños habitacionales convencionales y los adaptaron de acuerdo con una severa discriminación constructiva: eximia terminación para los templos, excelencia de los bloques para la aristocracia y la obra pública, y pirca ordinaria sin tallar para la soldadesca y el campesinado.

Clasificación
Concepción:
Idealista, Simbólica, Pragmática.
Sub Género: Religioso-ceremonial, Civil, Astronómico, Militar.
Modo estético: Monumental, Híbrido.
Estilo morfológico: Purista, Híbrido.
Sistema constructivo: murario.
Material: piedra, madera, paja, barro.

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